Situadas al Noroeste de Porqüan, las Colonias Confederadas son el producto de la ingeniería política necesaria para evitar una nueva guerra entre Debiria y Alannia.
Tras siglos de constantes guerras con los humanoides de
Malorn, los ejércitos de Debiria lograron finalmente una gran victoria sobre
estos que le permitió establecer por fin una colonia estable en el territorio.
Las armas de fuego y tácticas modernas decantaron la guerra del bando navirio. Con una cabeza de playa estable en el territorio, el
avance no hizo más que empezar. Pasarían unos años antes que las naciones de
Alannia, aun sin unificar, comenzasen a llegar, en un intento de llevarse un
trozo del pastel.
Por desgracia para orcos, minotauros y otras razas, la falta
de potencial humano de sus nuevos vecinos, debido a las largas guerras que
habían sufrido últimamente, o que aun sufrían, propició que buscasen mano de
obra barata. Y no hay nada más barato que un esclavo. En poco tiempo, los
colonos, apoyados por las pocas tropas que cada país podía permitirse enviar,
atacaban por sorpresa los poblados humanoides, masacrando a sus habitantes sin
piedad y esclavizando a los supervivientes.
Obra de Luis Miguel Torres |
Cuando finalmente el extenso territorio empezó a quedarse
pequeño, y las colonias a competir por los recursos, la guerra entre los
territorios de Surbiria, como llamaban los debirios a Malorn y Terraconia, el
nombre elegido por la recién creada Alannia parecía inevitable. Sin embargo, el
destino jugó un extraño papel y antes de empezar, un gran caudillo se alzó en
el sur, el territorio de las tribus. Uniendo cientos de tribus en un solo ejército,
atacó por sorpresa a sus enemigos, recuperando parte del territorio perdido y
amenazando con golpear el centro de los territorios humanos. Para evitarlo, una
alianza fue establecida entre ambas naciones y un ejército de inmensas
proporciones hizo frente a los guerreros malornitas en las llanuras de Roake.
Tras la aplastante victoria de los humanos, y
aprovechando las buenas relaciones temporales de ambas naciones, un grupo de
empresarios, políticos y personas influyentes de las diferentes colonias
propusieron un valiente plan. Ambas naciones pararían su expansión, se
repartiría el territorio dominado de forma justa entre ambos en forma de dos
grandes provincias (Surbiria y Terraconia) y una nueva provincia, unida a estas
dos, se alzaría como barrera entre las tribus y ellas, llamada Roake, en honor
a la reciente victoria. Aunque considerada oficialmente una nación
independiente, solo Roake se mantiene independiente políticamente de las
metrópolis y aprovechando el vacío de poder creado por la derrota de los
humanoides, logró expandirse rápidamente hasta su actual.